Por Juan Antonio Mora, bombero.
“Cuando broten sedientas las llamas
y la alarma desnude su voz
correremos veloces y libres
a vencer del incendio el furor”
Esta estrofa del himno del Bombero es la que inundara cuarteles y corazones este 30 de junio, un día que Chile no puede dejar de pasar si homenajear a los héroes anónimos que bajo su casco,cotona y jardinera están dispuesto a todo para salvar vidas y bienes.
La media noche del 15 de diciembre de 1850 en una cigarrería de la calle Cruz de Reyes en Valparaíso estalló un incendio que se propagó rápidamente y provocó grandes daños en el puerto principal de Chile, es ahí en donde miembros destacados de la aristocracia chilena decidieron formar el día 30 de junio del 1851 el primer Cuerpo de Bomberos de Chile que sería el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. También de la misma manera en donde en distintas ciudades estallaban incendios de grandes proporciones que también estallaban los corazones de aquellas personas que se llamarían los caballeros del fuego.
Al pasar el tiempo y debido a los avances tecnológicos y a las grandes catástrofes, es que Bomberos no sólo ha asumido la labor de extinción de incendios, sino que ha debido concurrir con el mismo espíritu que tenían los primeros bomberos a las labores de rescate vehicular, incidentes con materiales peligrosos, rescate de personas en donde hay distinta áreas como el rescate urbano, rescate en lugares de topografías accidentadas, rescate subacuático entre otros, pero debo decir que Bomberos de Chile es una institución profesional, capacitada para realizar las labores que se demanden y siempre con el mismo espíritu servicial y voluntario.
Cuando la gran mayoría de los chilenos escucha la sirena de los carros se preguntan ¿dónde será? ¿Qué ocurrirá? pero cuando un bombero escucha que la alarma desnuda su voz, no pasa más por la cabeza que llegar lo más rápido posible al siniestro y hacer absolutamente todo para salvar vidas y bienes sin importar si volverá a casa a abrazar a los suyos. Al terminar con el siniestro y subirse al carro mirar el rostro de los compañeros abatidos, cansados y muchas veces desanimados por las pérdidas ocurridas, pero siempre en el bombero está la satisfacción del deber cumplido, cosa por la cual no cambiamos nuestro servicio voluntario ni por todo el oro del mundo.
Quiero saludar en este día a los cofrades Bomberos de Chile, animarles y seguir porque ustedes saben que no hay nada más hermoso que escuchar a un niño decir: “quiero ser bombero como ellos”.
“Si los ángeles nacieran en Chile, de seguro se harían de llamar Bomberos”.