Por Richard Quintana, ex director regional de Sernatur.
Para combatir la cesantía femenina, necesitamos nuevos instrumentos regionales, esto porque si bien, en la última medición de empleo (mayo-julio) las mujeres ocupadas crecieron en 11 mil 950 mujeres, llegando a más de 189 mil 230 ocupadas, aún la tasa de desocupación femenina sigue siendo superior a la masculina (8 por ciento, versus 6,3 por ciento respectivamente), si bien se trata de una diferencia de menos de un 2 por ciento, hay trimestres en los últimos 12 meses en los cuales la diferencia es de un 5 por ciento y sólo en tres mediciones los porcentajes son más bien parejos.
Dicho desafío no es nuevo. Si uno hace un análisis de los últimos 10 años, la asimetría se mantiene de manera más menos permanente, pero los datos no son del todo negativos, sino más bien nos proponen un desafío, puesto que es evidente que hay una creciente incorporación de la mujer a la fuerza de trabajo y en ello las distintas políticas públicas han generado un impacto positivo, sin embargo, nuestra economía regional no logra ir generando las plazas de empleo suficientes para las miles de mujeres que salen a la vida laboral activa y existen aún diferencias sustantivas en lo que respecta a los ingresos de hombres y mujeres, por ello debemos acompañar los instrumentos de diseño nacional de fomento al empleo, con recursos e iniciativas regionales.
Se requiere apostar a rubros que vengan en crecimiento y tengan proyección, tal como en su minuto se hizo con la fruticultura que generó miles de empleos (aunque más bien temporales) a muchas mujeres de distintas localidades. No se trata de plantear que el desempleo masculino no sea tema de preocupación, sino más bien de focalizar esfuerzos en quienes tienen mayor dificultad de incorporación a la fuerza laboral, y ahí claramente tenemos un desafío con nuestras mujeres de La Araucanía, al igual que con los jóvenes.
Se requieren nuevas iniciativas regionales con enfoque de género, el Sence ha generado una inversión histórica con su Programa Más Capaz, que es una apuesta nacional, para todas las regiones de Chile, el Gore ha transferido recursos a Sernameg y tenemos un convenio Indap Prodemu, que sigue abriendo oportunidades de auto empleo, pero sin duda podemos hacer más con recursos regionales, seguramente el reciente observatorio laboral, podría aportar elementos más finos para dicho análisis, y las organizaciones de trabajadoras y trabajadores también, pero debemos sumar esfuerzos y avanzar más, generar una política regional de empleo o un plan de capital humano que ponga foco en mujeres y también en los jóvenes.
Como todos debemos colaborar (y no sólo criticar), particularmente he decidido formar un equipo de trabajo que nos permita generar propuestas responsables, con indicadores concretos y con la identificación de las alianzas necesarias para su implementación, por ello estamos sumando redes y conformando equipos de trabajo. ¿Quieres apoyar? puedes contactarnos a equipocorequintana@gmail.com